Título original: 47 Meters Down
(47 metros abajo). Dirección: Johannes
Roberts. Guión: Ernest Riera y
Johannes Roberts. Año de producción:
2016. País: Reino Unido. Reparto: Mandy Moore (Lisa), Claire Holt (Kate), Matthew Modine
(Taylor), Santiago Segura (Benjamin), Yani Gellman (Louise), Chris J. Johnson (Javier),
Axel Mansilla (Líder de la banda). Fotografía:
Mark Silk. Música: Tomandandy. Productoras:
Dimension Films, Flexibon Films, Fyzz Facility y The Tea Shop & Film
Company. Distribuidora: Selecta
Visión. Duración: 87 minutos. Fecha de Estreno: 21
de Julio 2017
Kate y Lisa son dos hermanas veinteañeras amantes de la diversión
que viajan a México para disfrutar de las mejores vacaciones de sus vidas.
Cuando surge la oportunidad de sumergirse en una jaula para ver tiburones
blancos, la aventurera Kate se apunta al instante para desesperación de Lisa.
Finalmente, ambas se sumergen a dos horas de la costa de Huatulco para
encontrarse cara a cara con el depredador más feroz de la naturaleza. Pero lo
que debería haber sido la experiencia definitiva se acaba convirtiendo en una
pesadilla cuando la jaula se suelta del barco y quedan atrapadas en el fondo
del océano. Con menos de una hora de oxígeno en sus tanques, deben encontrar la
manera de regresar a la embarcación a través de 47 metros infestados de
tiburones.
Tensión,
tensión y tensión,
estos son los adjetivos que mejor definen "
a 47 metros", una claustrofóbica película
llena de suspense, no apta para cardíacos, ni claustrofóbicos o personas
con pánico a morir ahogados, pues en estos miedos ahonda esta película de bajo
presupuesto, pero de máxima angustia e incertidumbre.
La
trama nos traslada a las paradisiaca playas de México, donde dos hermanas Lisa (Mandy
Moore) y Kate (Claire Holt), pasan unas vacaciones organizado por Lisa para ir
con su pareja, antes de que éste
rompiera con ella por "aburrida", lo que lleva a Lisa a querer ser
más atrevida y aventurera. Conocen a dos jóvenes Benjamin (Santiago Segura) y
Louis (Yani Gellman), quienes les convencen para acompañarles a una aventura
que recordarán durante el resto de sus vidas. Pese a las reticencias de Lisa,
ambas aceptan, lo que nunca esperaban es que la grúa que sostiene la jaula se
rompa y caigan desplomadas al fondo del océano, atrapadas dentro de la jaula,
sí, pero con las reservas de oxígeno bajo mínimos, aunque este no es su único
peligro, pues hambrientos tiburones las rodean.....
Desde la creación de "Tiburón" por parte de Steven
Spielberg allá en 1975, es habitual que en verano lleguen a nuestras salas, los
films con tiburones como protagonistas, un género veraniego que ha dado grandes
clásicos del cine de suspense como; Deep Blue Sea de Renny
Harlin o la más reciente Infierno Azul de Jaume Collet-Serra,
aunque las comparaciones con estas no serían justas, pues aunque se parezcan en
las formas, son muy diferentes en el fondo, pues ésta plantea un dilema mucho
más claustrofóbico, pues es más el temor a morir por falta de aire en el fondo
del mar, que por un ataque de tiburón.
"Es
como ir al zoo, pero con vosotras en la jaula", en el momento que te adentras en el agua pasas
a estar en un medio donde los tiburones tiene pleno dominio, aunque el rol de
estos es absolutamente secundario, pues la trama se centra en los miedos de sus
dos protagonistas Mandy Moore("Un paseo para recordar",
"Enredados" ) y Claire Holt ("Crónicas
vampíricas", "Aquarius"), en cuya estupenda química se
basa una película, que desea ir más allá
de la típica película de tiburones, pues juega con la posibilidad de ahogarte
en la profundidad del océano por tener una reserva de oxígeno limitada,
convirtiendo el film en una lucha a contrarreloj y es en esos momentos donde la
película adquiere sus mejores momentos, como la escena donde Lisa se queda en
medio del océano, sin referencias visuales a su alrededor y sin saber dónde ir,
momentos que dejan al espectador sin aliento, "Cuánto más rápido repiréis, más rápido se agotará el
aire", aire es justamente lo que le falta al espectador, pues desde
que se produce el "accidente" de las protagonistas, la película se llena
de una tensión asfixiante gracias al buen hacer de sus protagonistas, quienes
saben transmitir muy bien sus miedos y angustias, a un espectador que sufre con
ellas, hasta un final con un giro realmente interesante.
Dirigida por el joven
realizador Johannes Roberts, autor de títulos como " El
otro lado de la puerta" y futuro director de la secuela
de "Los Extraños", éste sabe jugar muy bien con el fuera de
campo y con la cámara subjetiva, sabiendo
sacar todo el partido a una película pequeña que dejará buen sabor de boca a un
espectador que saldrá rápido de la sala a coger aire y respirar hondo.
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