Título: Land of mine. Bajo la arena. Director
/ Guionista: Martin Zandvliet. Género:
Drama, Bélico. Año: 2016. Nacionalidad: Dinamarca, Alemania. Reparto: Roland Møller, Mikkel Boe
Følsgaard, Laura Bro, Louis Hofmann, Joel Basman, Oskar Bökelmann, Emil Belton,
Oskar Belton, Leon Seidel, Karl Alexander Seidel, Maximilian Beck, August
Carter, Tim Bülow, Alexander Rasch, Julius Kochinke . Distribuidora: A Contracorriente Films. Fecha de Estreno: Viernes, 10 de Marzo de 2017.
Acabada la 2ª guerra mundial, un pelotón de jóvenes soldados
alemanes se encuentra prisionero bajo la vigilancia del sargento danés
Rasmussen. Antes de ser liberado, el grupo deberá desactivar miles de minas
nazis para limpiar las playas danesas. Una tarea que se convertirá en una tensa
ruleta rusa.
En
el pasado BCN Film festival, descubrí una pequeña
joya cinematográfica que en breves, se podrá ver en todas las pantallas (10
de marzo), "Land of mine",
(Bajo la arena), nominada a los Oscars como mejor película de habla no inglesa
por Dinamarca, gustará tanto a amantes del buen cine, como aquellos ávidos de
Históricas bélicas, un pequeño drama
bélico con aires de thriller, una historia de supervivencia, perdón y
redención, cuya intención es claramente antibelicista, basada en hechos reales,
descubre una historia muy poco conocida, no exenta de polémica (pues los daneses la intentan ocultar,
convenientemente olvidada, reprimida), lo que aporta un carácter didáctico
a una película dura, impactante, tensa y
emotiva, que no dejará indiferente al espectador.
La trama nos traslada al mayo de 1945,
concretamente a las costas occidentales de Dinamarca,
tras el fin de la II Guerra Mundial, un grupo de jóvenes soldados alemanes, de
edades comprendidas entre los 15 y 18 años, fueron "obligados" por el gobierno danés a "presentarse voluntarios", ya que estaba prohibido por la
convención de Ginebra a usar prisioneros de guerra para realizar cierto tipo de
trabajos. Bajo la estrecha vigilancia del sargento danés Rasmussen, el grupo
deberá limpiar y desactivar las minas escondidas bajo la arena de una playa
danesa, donde el ejército nazi había escondido minas para repeler la invasión.
En toda Dinamarca los nazis pusieron más de 2,2 millones de minas, una ardua
tarea que se convertirá en una tensa ruleta rusa, pues el 50% de dichos jóvenes
murieron o resultaron gravemente heridos, al intentar desactivarlas.
"Este es mi país entendido, no sois
bienvenidos aquí", así de dura empieza una película sin
ningún ápice de humanidad en sus inicios, donde, tras 5 cinco años de ocupación alemana, la animadversión
que sienten los daneses hacia ellos se hace evidente, incluso en tiempos de paz,
aún los ven como enemigos no como personas, pero a medida avanza la trama y el sargento
convive con ellos, se va dando cuenta que son personas, con sueños,
sentimientos, familia, amigos caídos y su trato hacía ellos va cambiando, hasta
sentir incluso admiración, mostrándonos como en la guerra no hay vencedores ni
vencidos y como éstas no acaban con la misma, solo acabará cuando finalice ese
poso de odio instaurado entre sus participantes.
El director danés Martin Zandvliet,
escribe y dirige, esta demoledora historia, narrada con una
tensión que acaba conmoviendo al espectador, tan sobria como apasionante,
retrata con elegancia la tragedia de unos jovencísimos prisioneros de guerra
alemanes cuyas vidas tienen un negro futuro, aunque la
verdadera intención del director es la de no retratar a los alemanes como
monstruos, como se hace casi todas las películas sobre la II Guerra mundial,
tal y como él mismo comenta "Mi intención era relatar una historia basada en un tema histórico que
resulta más bien vergonzoso para Dinamarca. Hasta ahora, la mayoría de los
historiadores han evitado la cuestión, quizá comprensiblemente. No culpo ni
señalo a nadie; simplemente se hacía interesante realizar una película que no
siempre mirara a los alemanes como si fueran monstruos".
El director equilibra los momentos duros
y tensos, con otros tiernos y emotivos, los momentos donde los jóvenes
manipulan las bombas, se llenan de tensión y hasta que lo consigue no respiras
aliviado, o escenas donde los jóvenes saltan por los aires (perfectos los
efectos especiales), todos estos momentos el director los equilibra con
momentos tiernos y conmovedores, como la escena donde un soldado alemán cura la
muñeca de una niña danesa.
A través de una preciosa, luminosa y cálida
fotografía, cuentan una historia fría, donde se muestra la crueldad de la
guerra, sin necesidad de mostrarla, esa claridad y luminosidad, de la historia
contada a plena luz del día, contrasta con el oscuro mundo interior de los
personajes sumidos sin querer en un infierno personal del que probablemente no
saldrán.
Con pocos
personajes, unos soldados que piensan en volver, soñando con su futuro,
mientras viven un negro presente, un duro sargento, sin escrúpulos y
aparentemente sin corazón, y un precioso entorno, donde la playa y sus
preciosos paisajes acaban siendo protagonistas, el director nos enseña como con
muy poco y sin necesidad de grandes alardes técnicos, se puede hacer muy buen
cine.
Los personajes, el alma de la película, están perfectamente interpretados por un
elenco de actores que rozan la perfección, mención especial para Roland Møller (sargento Rasmussen), actor versátil y carismático y uno de
los nuevos grandes talentos del cine danés, quien se merece todos los premios habidos
y por haber.
Land
of mine, hace hincapié en un el terrible hecho; daneses
vengándose de toda Alemania, a través de unos chiquillos en busca de su
redención, una historia muy humana, elegante y amarga, convertida en toda una
denuncia a la barbarie bélica, cuya innegable belleza guarda el desasosegante
relato de una vergüenza histórica que sin duda invita a una profunda reflexión sobre
la guerra y sus terrible consecuencias.
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