Quentin Tarantino, nos demuestra su buen hacer, en un western invernal,
con todos sus signos de identidad, donde saca todo su pólvora, gracias a una reunión en el infierno, todo un arsenal de
buen cine.
Título: Los odiosos ocho. Título original: The Hateful Eight. Dirección: Quentin Tarantino. País: USA. Año; 2015. Género: Wetern. Reparto: Samuel L.
Jackson, Bruce dern, Michael madsen, Kurt Russell, James Remar, Tim Roth,
Jennifer Jason Leigh. Distribuidora:
E-one Films. Productora: Columbia
Pictures, The Westein Company. Presupuesto:
70 mill $. Duración: 182 min. Fecha de estreno: 15 Enero 2016
23
años han pasado ya, del debut de un joven y desafiante Quentin Tarantino, regresando con una película que funciona como un disparo certero, su
octava película, segunda incursión de su trilogía sobre el género del western,
tras la brillante “Jango,
desencadenado” 2012.
Me
gustaría puntualizar que casi toda su
filmografía, se nutre del western, de ésta manera, él mismo, definió en su
día a “Pulp Fiction”, como un
rock´n roll spaghetti western, esta influencia podemos verla también en títulos
como “Kill Bill 2” (2004) o
las primeras escenas de “Malditos
Bastardos” (2009).
Aunque
si a una película me recuerda “los
odiosos 8”, es sin duda, su ópera
prima “Reservoir dogs” (1992),
donde como en esta, encierra a un grupo de desalmados personajes, en un espacio
cerrado, asfixiante, moviéndoles a su antojo, gracias a un preciso guión, una
trama de misterios propia de Agatha Christie, aunque la gran diferencia entre
ellas es que mientras “Reservoir dogs”
fue rodada en 5 semanas con 1,5 millones de $, “los odiosos 8” se rodó en 12 semanas con 70 millones de $.
Quentin Tarantino posiblemente sea el
cineasta más influyente de los últimos 25 años, cuya leyenda empezó a forjarse hace 20 años, en el festival
de Cannes, donde entre aplausos y abucheos recogió la Palma de Oro por “Reservoir Dogs”, gran guionista, director de actores,
pero sobretodo recuperador de actores,
volviendo a poner en la palestra a actores olvidados proporcionándoles una
segunda oportunidad, como a John
Travolta o ahora con Jennifer Jason
Leigh.
La
película posee un ritmo perfecto,
increscendo, los diálogos sarcásticos
y atrevidos, desvergonzados, funcionan como la seda y fluyen como las notas musicales
de la banda sonora brillante creada
por un clásico como Enio Morricone, homenajes,
guiños a la historia del cine, un guión
perfecto con audaces saltos
temporales, al final todas las piezas del puzle encajan a la perfección y
como no un reguero de sangre, ósea, las características principales del cine de
Tarantino.
“Uno
de esos individuos no es lo que dice ser”, todos
los personajes son poco de fiar, siendo justamente eso lo que les une a todos,
pues nadie es lo que dice ser.
“De ninguna manera voy a pasar un par de
noches bajo el mismo techo, con alguien que no sé quién es, así que……..¿quién
eres?”, sin explicar nada relevante, te cuento quienes son los 8
odiosos, John Ruth (Kurt Russell), un
cazarrecompensas, amante de la ley, le gusta llevar vivos a sus capturas con la
intención de llevarlos ante la ley y colgarlos, Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh) fugitiva capturada por J.
Ruth, sobre quien pesa una jugosa recompensa, Marquis Warren (Samuel L. Jackson) soldado de la unión, también
cazarrecompensas, Chris Mannix
(Walton Goggins) dice ser el nuevo sheriff de Red Rock, el pueblo al que se
dirige John Ruth, Oswaldo Mobray
(Tim Roth) con aires amanerados, dice ser el verdugo de Red Rock, Joe Cage (Michael Madsen) el vaquero
misterioso, habla poco, siempre lejos observando la acción, General Sandy Smithers (Bruce Dern)
oficial retirado, de pasado sangriento va a visitar la tumba de su hijo, Bob (Damian Bichir) el mexicano, cuida
la posada mientras su dueña visita a su madre.
“¿Por qué esforzarse en rodar en digital
para que parezca cine, en lugar de rodar cine?”,
palabras propias de Quentin Tarantino, que nos sorprende a todos rodando en 70 mms, el majestuoso
formato de las grandes producciones de los años 60 y 70, como “la conquista del oeste” ,pues es
un formato más personal, permite
acercarse a los personajes y a su intimidad, ideal para una película que se
centra en los personajes, solo al principio abre campo para deleitarnos con un
precioso paisaje nevado.
Tras
un paisaje puro, bello, frío y blanco, se alza un western impuro, teñido de sangre,
donde el hombre muestra su lado más oscuro en una red de mentiras, engaños, desconfianza,
venganza, avaricia,….tratada como una obra de teatral, los actores son los
auténticos protagonistas, bailan al son de un guión tan brillante como su banda
sonora, dos horas y media de Tarantino en estado puro.
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