El maestro del suspense, Alfred Hitchcock, dirigió
en 1946, “encadenados”, un thriller intenso, con tonos románticos, cuya trama
te atrapa hasta el final, fusionando
una historia de amor y pasión, en una aventura secreta de espionaje exterior tan
emocionante como espectacular, no exenta de esa tensión, que solo el
maestro sabe dar a sus films.
La
historia nos traslada a Miami, poco después de la II Guerra Mundial, donde Devlin, (Cary Grant), un agente del gobierno norteamericano,
entabla relación con Alicia Huberman
(Ingrid Bergman), hija de un espía alemán recién encarcelado, y le propone limpiar
el nombre de su padre, trabajando para su país, en Río de Janeiro. La misión, seducir
a un alemán, Alex Sebastian (Claude
Rains), que años atrás estuvo enamorado de ella y sacar la máxima información
de él y sus contactos, pues intentan reorganizar el movimiento nazi. Alicia,
pese a estar enamorada de Devlin, acepta el desafío de conquistar a Sebastian, creando
un peligroso triángulo amoroso.
La película
se aposenta en un guión sin fisuras, escrito por Ben Hecket, guionista de títulos tan célebres como, “la diligencia”, “cumbres borrascosas” o
“lo que el viento se llevó”, bajo una temática política, se esconde un
drama romántico y un thriller intenso, donde Hitchcock busca el plano corto, pues le interesan los personajes y
la relación entre ellos, poniendo la cámara en los puntos de interés, allí
donde el espectador necesita para no perder detalle, a saber, unas llaves, una botella, una taza
de café,…..todo ello enmarcado en una elegante
puesta en escena y amenizado con una música encargada de potenciar el
drama, el suspense y la intriga.
“Cuando
empiezo a trabajar para el tío Sam”, Hitchcok pone en un gran dilema a la
actriz Ingrid Bergman, pues deberá
traicionar los impulsos de su corazón, para hacer un gran servicio al país,
todo un sacrificio que no todos estaríamos dispuestos a realizar, una vez más
el sentido patriótico americano se hace evidente en el cine.
Una de las grandes escenas de la película es, la
proyección de las sombras de Alexander y su madre sobre la puerta, evidenciando
que las sombras del mal son muy alargadas, en una película repleta de
simbolismos.
Todo el peso de la película recae en tres
actores, Ingrid Bergman (Alicia
Huberman) mujer cálida, cariñosa, dividida entre el amor y el deber, Cary Grant (Devlin), elegante, sobrio,
frío, calculador, todo un gentleman y Claude
Raims (Alexander Sebastian) nominado al Oscar por su trabajo de ex oficial
nazi, todos ellos brillan con luz propia, bajo la batuta de Alfred Hitchcock,
un excelente director de actores.
"Encadenados" nos muestra, en su núcleo esencial, un triángulo
donde el amor es lo que une a los personajes principales Devlin, Huberman y Sebastian; un triángulo que aúna glamour y buena
química en pantalla. Pero este triángulo principal, se ve potenciado por la
entrada en juego de dos personajes secundarios más, dando origen al desarrollo
de nuevos “triángulos”: el primero ,la
señora Anna Sebastian (Leopoldine Konstantin), la madre de
Alex, diabólicamente intuitiva, frente a la candidez de su hijo, fruto del encandilamiento
amoroso que sufre por Alicia ; el segundo, el capitán Paul Presscot (Louis
Calhern),el responsable del espionaje estadounidense, superior inmediato de
Devlin y Alicia, un personaje que, a diferencia y en contraste con el anterior,
viene a introducir una placidez y una tranquilidad de ánimo que contribuye a
aliviar los momentos de mayor tensión, tanto emocional como criminal.
Estamos por tanto ante un maravilloso juego de
triángulos formados por unos personajes muy
bien definidos que, con el entramado de sus relaciones, contribuyen al
exquisito discurrir del relato y a la conformación de su excelente equilibrio
interno, de una película que aposento, la figura de su director en el
complicado mundo de Hollywood.
Encadenados es como el buen vino, mejora con el
tiempo, un thriller apasionante, excelente muestra de cine negro que no
deberías perderte.
No hay comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario :)