Película: Las flores de la
guerra. Título internacional: The flowers of war. Título original: Jin líng shí san chai. Dirección: Zhang Yimou. País: China. Año: 2011. Duración: 146 min. Género: Drama, romance. Interpretación: Christian Bale (John Miller), Ni Ni (Yu Mo), Shigeo Kobayashi (Kato), Dawei Tong (Li), Paul Schneider (Tery). Guion: Heng Liu;
basado en la novela de Geling Yan. Producción: Weiping
Zhang. Música: Qigang
Chen.Fotografía: Zhao
Xiaoding. Montaje: Peicong
Meng. Diseño de producción: Yohei Taneda. Vestuario: William
Chang y Graciela Mazón. Distribuidora: European Dreams Factory. Estreno en China: 16 Diciembre 2011. Estreno en España: 8 Marzo 2013.Calificación
por edades: No recomendada para menores de 16 años.
Basada en un hecho real
ocurrido durante la segunda guerra Chino-Japonesa, la toma de Nankín, explora
la herida abierta entre ambos países, convirtiéndose en la película más cara de
la historia del cine chino (100 millones $), cuyos hechos todavía hoy, conmocionan
China.
El contexto de la película es el siguiente; después de tomar
Shanghái, las tropas imperialistas japonesas entraron en la ciudad de Nankín,
antigua capital de la República de China, el 13 de diciembre de 1937. Durante
las siguientes seis semanas, se calcula que el ejército japonés asesinó a cerca
de 250.000 civiles, a lo que habría que sumar otras decenas de miles de
soldados chinos y 20.000 violaciones, así como saqueos, incendios y otros
crímenes de guerra. Pero lo más terrible de la llamada “Masacre de Nankín” o “Violación
de Nankín” no fue sólo el número de víctimas, sino las atroces y
retorcidas maneras de ejecutar a personas que demostró el ejército japonés,
aunque estas, empezaron con el pretexto de eliminar soldados chinos disfrazados
de civiles,
se afirma que un gran número de hombres inocentes, fueron intencionalmente
identificados como combatientes enemigos y ejecutados, así como mujeres y niños. Este punto negro en la
historia de la humanidad constituye todavía hoy un importante conflicto
histórico, político y social entre China y Japón.
Este terrible suceso, ya fue llevado al cine en
“ciudad de vida y muerte”
(2009) magistral película, del director Lu
Chuan, donde los hechos son narrados a las mil maravillas con toda su
crueldad y dureza, de obligado visionado para todo amante del buen cine.
“Las flores de la guerra”, no se centra en la guerra, sino en un
episodio concreto, acaecido en esos primeros días de ocupación Japonesa en la
cuidad de Nankín, 13 diciembre de 1937, un retrato sobre la barbarie de la
guerra, mostrándonos lo mejor y lo peor del ser humano.
El argumento gira en torno
a John Miller (Christian Bale), un
enterrador de dudosa moralidad, que cuando va a enterrar a un religioso
extranjero recién fallecido, se ve atrapado en medio de la toma de Nankín. Al
llegar a la catedral, encuentra a un grupo de jóvenes novicias chinas, que
buscan refugio en su escuela. A la catedral también llega un grupo de
prostitutas, del conocido “distrito rojo” de la ciudad, arrasado por las tropas
invasoras. El oportunismo de Miller, la inocencia de las jóvenes estudiantes y
la decadente sensualidad de las prostitutas tendrán que aprender a convivir en
medio del horror y la muerte que les rodea, amenazando con entrar en cualquier
momento.
Dirigida por Zhang Yimou, sin duda el realizador
chino más importante en la actualidad, fiel a su estilo personal, es capaz de
sorprender al público conciliando poesía y comercialidad, espectáculo e intimísimo, con un cine
audaz, versátil (drama, aventuras, noir,....) capaz de recoger unas tradiciones
milenarias y hacerlas universales.
“La linterna roja” (1991) sin duda su obra
maestra, donde una mujer joven, era obligada a casarse con un señor feudal
q ya tenía 2 esposas cada una vivía en una casa independiente dentro de un gran
castillo, posee un exquisito tratamiento
del color y una estética, que sedujo al espectador con un film de gran sensibilidad,
denominadores comunes de su obra, como veremos a continuación.
Las características principales de su cine son: La mujer como protagonista, proporcionando una mirada femenina a la película, las tradiciones, tan importantes
en la cultura asiática, su poesía
visual, sus títulos siempre son de una gran belleza estética, apoyada en una excelente fotografía e iluminación, el espléndido manejo del montaje, con un ritmo que nunca
decae, una gran sensibilidad y
delicadeza, imágenes tratadas con un mimo y un cuidado sabe tocar la
fibra sensible del espectador, habilidad
para el drama, una filmografía dramática que envuelve con tonos
románticos, “amor bajo el espino blanco” (2010), injusticia social “ni
uno menos” (1999) o aventuras “Hero” (2002), el minimalismo en los diálogos, los gestos, las miradas
adquieren gran protagonismo, su afán crítico, con la sociedad o la revolución Maoísta,
como vemos en “vivir” (1994) y una
excelente dirección de actores, cosa rara en directores se siente
cómodo dirigiendo a niños y jóvenes a los que sabe sacar todo el partido.
Adaptación de la novela “las 13 mujeres de Nankín”, de
Geling Yan, se centra en el papel protector que tuvieron algunos extranjeros
durante la ocupación Japonesa en la ciudad de Nankín.
No estamos ante una
película bélica, sino ante un capítulo de ella, una historia de personajes, muy humana, de héroes anónimos, que su
director lleva hacia su terreno, el drama, cuya estética, llena de luz, belleza
y color, una historia oscura, contándonos un relato preciosista, épico,
emotivo, sentimental, el resultado una historia conmovedora, de supervivencia,
y sacrificio.
Para otorgarle una
proyección internacional, se ayuda de uno de los mejores actores del momento, Christian Bale que encarna a uno de
tantos europeos que intentaron mediar en el conflicto, un rayo de luz entre
tanta oscuridad, realiza una interpretación, llena de matices que se nutre de
la contención para expresar todo el horror del conflicto, la réplica se la dan
un conjunto de jovencitas y mujeres, todas ellas brillan con luz propia,
proporcionando verdad a unas actuaciones tan emotivas como dramáticas, en una
magistral trabajo de dirección de actores, donde recupera la exquisita sensibilidad de su mirada sobre la infancia.
El diseño de vestuario es hermoso, llena de luz, color y glamour, una historia triste muy bien potenciada por una banda sonora, que se apoya en unas voces celestiales, cuyas notas musicales nos elevan hasta el cielo, una preciosa armonía, que ni el sonido de tanques y disparos es capaz de apagar.
Se nota que Zhang Yimou, empezó como director de
fotografía, pues a ella le otorga una gran importancia. Mientras en el
exterior, la fotografía es fría, con iluminación diurna, ambientación vaporosa
y movimientos típicos de cámara al hombro, en el interior la fotografía es cálida,
la iluminación es escasa donde pocas áreas del encuadre están bien iluminadas,
pues la luz entra por los coloridos ventanales de la iglesia, los movimientos
de cámara son suaves, con todo ello, el director desea diferenciar entre la
frialdad de la guerra exterior y la calidez del hogar que se crea en la iglesia.
Las flores de la guerra, es un estudio sobre la solidaridad humana, en medio del caos más absoluto, una de esas películas que dejan poso y de las que cuesta desprenderte,
capta al espectador por su lado emocional, gracias a su humanidad y emotividad,
un drama de gran belleza visual, rodado
con gran sensibilidad, cuya trágica historia, llena de tristeza y lágrimas, los
ojos del espectador, unos hechos escalofriantes captados por la lente, de uno
de los directores chinos más prestigiosos, Zhang
Yimou, cuya filmografía es de obligado visionado para todo amante del buen
cine.
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