UN MONSTRUO VIENE A VERME

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Juan Antonio Bayona, toca el alma del espectador, llenando la sala de llantos y aplausos, con "Un monstruo viene a verme", una historia intimista y humana, tan oscura como real, sobre la perdida y como reaccionamos ante ella, mostrando la humanidad de unos personajes en sus peores momentos, aquellos donde necesitamos a alguien en quien apoyarnos, su director se apoya en un monstruo (Liam Neeson), lleno de sabiduría, para guiar el duro camino de Conor (Lewis MacDougall), un chico de 12 años, que debe llevar las riendas de su casa, mientras sufre lo indecible al ver como su madre (Felicity Jones), va perdiendo la batalla vital contra el cáncer y no sabe como afrontarlo ni como despedirse de ella, todo ello provoca que su estricta abuela (Sigourney Weaver), tenga que implicarse cada vez más en sus vidas.

Los trabajos de Bayona, se han convertido en todo un acontecimiento cinematográfico, gracias a su talento y al apoyo de Telecinco, completa su particular trilogía iniciada con "El orfanato", seguida por "Lo imposible" y concluyendo con ésta, una filmografía donde toca temas recurrentes como ; la línea fina que separa vida y muerte, la relación paterno-filiales y la obligación de madurar a marchas forzadas ante una experiencia traumática, como consecuencia la pérdida de la inocencia por parte de un niño, que descubre a temprana edad, el lado más oscuro y triste de la vida y como este proceso le ayuda a madurar, siendo el niño un símbolo de la transición de la niñez a la madurez.


Bayona lleva la historia hacia donde le interesa, el melodrama, acercándonos a un tema tan delicado como el cáncer, con sensibilidad y veracidad, construyendo un film no sobre la enfermedad, sino sobre como lidiar con la pérdida de un ser querido, su cine es pura emoción, es sentimiento y lo consigue con una película cuyo ritmo domina variándolo a su antojo, a veces dinámico a veces lento, con una atmósfera oscura, como el estado de ánimo de sus personajes, un buen diseño de producción, encargado de crear un mundo interior, rico en matices, mostrando ese choque entre el universo libre de su mente y la dura realidad de la que desea escapar, mostrando la tremenda lucha entre razón y emoción, apoyándose tanto en los estudiados silencios como en una música que pone los pelos de punta, todo ello estudiado para potenciar el drama de una historia con la que te identificas atrapándote desde el inicio, con una inteligente introducción, un preciosos juego de acuarelas, donde los dibujos se borran con el agua, mostrando ser tan frágiles como la vida misma, cuyo juego de agua traspasa al espectador quien lo transforma en llanto, con una historia que sigue al espectador aún haya abandonado la sala de cine.


"Ojalá tuviera 100 años para dedicarte",  todos tenemos miedo a perder un ser querido, el dolor interno se implanta en nosotros y no nos deja, un dolor que solo el tiempo cura, aunque la sensación de pérdida, de vacío, se mantenga en nosotros, pues aunque se vaya físicamente, su recuerdo siempre estará presente en nuestro corazón y sus enseñanzas guiará nuestros pasos.

El casting, me parece excepcional, un lujo, todos ellos brillan con luz propia, aportando la humanidad necesaria a sus personajes,  Felicity Jones (La teoría del todo), muestra su fragilidad, su dolor, una actriz que borda todas sus interpretaciones, Sigourney Weaber (Alien: el octavo pasajero), es la abuela insulsa, fría e implacable, que acaba derrumbándose igual que el niño ante los sucesos, Liam Neeson (La lista de Schindler) pone voz y movimiento a un monstruo muy humanizado, un monstruo, que primero destruye tu mundo, para poco después ayudarte a reconstruirlo desde cero, es pues la solución de los problemas de un sorprendente  Lewis MacDougall, el niño, el alma matter de la película, sabe mostrar su rabia, su irá , su dolor, su culpa, en una actuación impecable llena de verdad y sensibilidad.


Un monstruo viene a verme, sin duda será el acontecimiento cinematográfico del año, una película que te conquista tanto por su lado emocional, como por sus bellos e intensos fotogramas, creando una melodrama, lleno de ternura, simpatía y dulzura, con el que te sientes identificado, disfrutando de una película profundamente emotiva, pues Bayona maneja tus sentimientos como el monstruo maneja a Conor, dejándote una huella difícil de borrar, pues sabe trasladar todo el alma del libro de Patrick Ness, a la gran pantalla, con maestría, con veracidad, con sinceridad, sin duda su obra más madura, grandiosa, desgarradora, que seguro ayudará a miles de personas a sobreponerse cuando pasan un mal momento, convirtiéndose en una película necesaria, por todo ello esta película es mucho más que cine, es una maravilla, es arte.


                              



      
   

1 comentario

  1. ¡Hola Alberto!
    Te dejo el comentario por aquí también (te comencé escribiendo en g+)
    Vi la peli este finde y esta mañana justo leí tu crítica :) La peli me gustó mucho y la disfruté muchisimo más de lo que esperaba. También me hizo llorar, cosa que disfruté, porque no soy de lágrima fácil. Me quede pensando mucho en que el conflicto del niño al final de la película es algo que sufren los adultos, y que es muy dificil reconocer que sucede. Muy bien hecha la peli. El monstruo genial.
    Gracias por tu crítica. Un saludo!

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