LA HABITACIÓN

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Película: La habitación. Título original: Room. Dirección: Lenny Abrahamson. Países: Irlanda, Canadá. Año: 2015. Duración: 118 min. Género: Drama. Reparto: Brie Larson, Jacob Tremblay, Joan Allen, Sean Bridgers, William H. Macy. Guion: Emma Donoghue; basado en su novela. Música: Stephen Rennicks. Fotografía: Danny Cohen. Distribuidora: Universal Pictures. Presupuesto: 9.882.725$. Estreno en España: 26 Febrero 2016.



Tremendamente emotiva y llena de suspense, LA HABITACIÓN es una exploración increíblemente tierna del amor sin límites de una madre por su hijo en circunstancias extremas.

LA HABITACIÓN cuenta la extraordinaria historia de Jack (JACOB TREMBLAY en su primera interpretación), un niño de cinco años al que cuida su devota y cariñosa Ma (BRIE LARSON, Las vidas de Grace, Y de repente tú). Como cualquier madre, Ma se dedica en cuerpo y alma a la felicidad y protección de Jack, arropándole con su amor, jugando con él y contándole historias. Sin embargo, su vida no tiene nada de normal; están atrapados, encerrados en un espacio de 3,5 x 3,5 metros, sin luz natural, al que Ma ha bautizado con el eufemismo de "Cuarto". Ma ha creado todo un universo para Jack en los confines de Cuarto y nada puede impedirle que Jack tenga una vida plena y satisfactoria a pesar del lugar donde crece. Pero a medida que la curiosidad del niño aumenta y la resistencia de Ma llega al límite, planea una arriesgada huida que les llevará ante algo aún más aterrador: el mundo real. LA HABITACIÓN está coprotagonizada por JOAN ALLEN, nominada al Oscar® en tres ocasiones, y WILLIAM H. MACY, también nominado al Oscar®.
Esta tensa historia de cautiverio y libertad es un viaje por la imaginación de la infancia y un profundo retrato de los lazos familiares, además de una maravillosa y trascendente experiencia basada en el bestseller de EMMA DONOGHUE. El director LENNY ABRAHAMSON (Frank) es fiel a la novela plasmando el extraño mundo de Jack y de Ma con una intensa vida cinematográfica. LA HABITACIÓN demuestra el poder del amor parental incluso en las peores circunstancias imaginables, convirtiéndose en una de las películas más conmovedoras que haya explorado el vínculo madre-hijo.


“Buenos días lámpara, buenos días planta, buenos días lavabo” con la sencillez y naturalidad con la que cualquier persona empieza un nuevo día, da comienzo LA HABITACION, una película de las que no te desprendes con facilidad, tocándote el corazón, dura, escalofriante, estremecedora, asfixiante, pero sobre todo muy humana, que sin mucho ruido, se ha colado con total merecimiento en la fiesta de los Oscars®, nominada a mejor película, director, actriz principal, guión en lo que sin duda es la mejor película del año.

La habitación nos hace convivir con las víctimas de un secuestro, una oda a la supervivencia, al poder ilimitado de la imaginación y a los fuertes lazos de unión materno filiales, fortalecidos aún más por la dureza de la situación vivida.


La trama es desgarradora en sí misma, una mujer y su hijo, viven confinados en un espacio de 3,5x3,5, ella fue secuestrada siendo adolescente, en la actualidad tiene un hijo de 5 años, sin dar explicaciones escabrosas, entiendes la terrible realidad de lo sucedido. Hasta que un día, la madre, toma la drástica decisión de intentar escapar, aún a riesgo de perder sus vidas.

El director Lenny Abrahamson, tiene una mirada poética sobre un tema escabroso, con buen criterio no muestra lo morboso, centrándose en la historia, el drama, dotándola de un perfecto equilibrio entre la cruda realidad y la imaginación de un niño, que no es consciente de la situación que vive.
Baja en presupuesto pero grande en corazón, el director pone todo su empeño y entusiasmo en narrar una historia, oscura, mostrando lo peor y lo mejor del ser humano, haciéndolo sin juegos de artificios, de manera simple, sencilla, enfatizando la historia y sus personajes, sin necesidad de endulzarla, mostrando toda su dureza.


El film se estructura en dos partes bien diferenciadas, la primera se centra en el asfixiante cautiverio y la relación madre e hijo, mientras la segunda se centra en el drama familiar y la difícil adaptación al mundo.

“Habitación iba en todas direcciones, no se acababa nunca”, en su primera parte, notas la angustia, el espacio asfixiante, un drama que su madre normaliza y desdramatiza, ese confinamiento, acaba siendo un espacio mental, que ella nutre, para que el reducido espacio sea infinito para su hijo, una situación que recuerda a “la vida es bella” donde un padre trasforma la cruda realidad de un campo de concentración nazi en un parque de atracciones para su hijo.

“Te amo abuela”, La música exalta el primer momento que ve el cielo, proporcionando esa sensación de libertad, inmensidad, cuando crees que el sufrimiento ha acabado, te introduce con brillantez y elegancia, en otros conflictos igualmente asfixiantes y desgarradores, esta segunda parte desarrolla el conflicto personal, el familiar, el social y su difícil adaptación, con una clara crítica al periodismo basura.


Muy acertado el desarrollo antagónico de las dos partes, mientras que la primera viven en un espacio reducido, agrandado por la imaginación, en la segunda viven en un espacio inmenso, que ellos encogen y reducen, manteniendo en toda la película esa sensación asfixiante y claustrofóbica del espacio reducido.

Película rica en silencios y miradas, es ahí donde sobresale el trabajo de Brie Larson (Ma), por el que ha ganado un Oscar  y no menos el del jovencísimo Jacob Triemblain (Jack), prodigiosos ambos, muestran una relación conmovedora, llena de química, angustiosa, solo ellos dos, un espacio reducido y una cámara son capaces de construir una historia absolutamente emocional, creíble, llena de verdad y ternura, demostrando que con pocos medios, mucha imaginación y buenos actores, puedes realizar una grandísima película.


Esa grandeza, se apoya en un guión brillante, sin fisuras, cuya historia está basada en la novela homónima de la escritora canadiense Emma Donoghue, quien también adaptó el guión al cine, inspirado en una historia real, honrando el dicho “la realidad supera la ficción”, siendo eso lo que hace que sea tan aterradora, fortalecida por estar narrada en off, por la inocencia del niño Jack, con un vocabulario infantil, la narración es capaz de hacerte llorar y reír al unísono, aunque sin perder nunca la visión del drama contado.

Varias escenas han llamado mi atención, la primera el feliz reencuentro entre la madre y el hijo, cuya música potencia el drama, evocando la libertad y elevándola hasta el cielo, la segunda, la despedida de los protagonistas del cuarto donde pasaron tanto tiempo, una necesaria despedida para cerrar un capítulo oscuro, mostrando un espacio sin alma, que dista mucho del inmenso espacio que ellos construyeron, me han gustado por su sencillez que envuelve un complejo mundo, por su contundencia narrativa y por su emotividad.


La Habitación es una historia oscura que Brie Larson llena de luz, donde la holgura de ese pequeño espacio, contrasta con la claustrofobia del mundo exterior y es en este dicotomía donde se siente cómoda y adquiere toda su fuerza, aposentada en un guión irreprochable y en las brillantes interpretaciones de Brie Larson y Jacob Tremblay, ellos son el eje central de una trama que sostienen con solvencia hasta el final gracias al poder de la imaginación pero sobretodo a los fuertes lazos de unión entre ellos y que acompañará al espectador de por vida, por su dureza, contundencia y su gran puesta en escena, captando al espectador desde el primer fotograma por su parte más emocional, por todo ello la habitación bien merece pagar una entrada de cine, “buenos días lámpara, buenos días mesa, buenos días silla, buenos días buen cine




    

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