Cuando tu hogar se convierte en una cárcel, por culpa de la represión de la sociedad.
Título: Mustang. Título Original: Mustang. Dirigida: Deniz Gamze Ergüven. País: Francia. Año: 2015. Duración: 97
min. Género: Drama. Distribuidora: A
Contracorriente Films. Productora: CG
Cinéma
Comienzo del verano. En un remoto pueblo
de Turquía, cinco niñas vivaces lideradas por la más joven, la rebelde
Lale de 13 años, crecen en una familia obsesionada con la tradición, y
específicamente, con la virtud de las chicas. Su lucha por la libertad se
convierte en un magnífico y conmovedor pulso entre el pasado y el presente en
la Turquía actual.
Los
primeros planos de la película son un inocente canto a la alegría, la libertad
y la diversión, sitúan a un conjunto de chicas y chicos muy jóvenes divirtiéndose,
jugando en la playa, remojándose, haciendo torres y luchando a ver quién se
mantiene en pie, algo tan normal e inocente en nuestra sociedad, se convierte
en un problema a los ojos de una sociedad (la turca), empeñada en
sexualizar cualquier acto,“ No
os da vergüenza restregar vuestras partes, en las cabezas de esos chicos para
buscar vuestro propio placer”,
La cinta erige en
heroínas a las cinco hermanas protagonistas, de
este sutil drama, unas potras indomables,
de ahí el título de la película, unos espíritus libres constreñidos por la
sociedad donde les ha tocado vivir, siempre narrada bajo la óptica de la más
joven de ellas, que se enfrenta y rechaza una realidad pre-impuesta por las
cerradas mentes, de una sociedad que relega el papel de la mujer a ser puras
amas de casa.
Opera prima de Deniz Gamze Ergüven, directora/guionista Turca, afincada en Francia, desde esa libertad de la q carecen sus protagonistas, construye un relato intimista, claustrofóbico, angustioso, duro, alegre, amargo, magnífico, a pesar de la dureza de lo narrado, lo hace de una forma luminosa, gracias a las divertidas situaciones que dibujan una sonrisa en el espectador, usa un pulso narrativo ágil, con un lenguaje juvenil y cotidiano, rodada con gran sensibilidad, donde los silencios están muy bien amenizados con una música dramática, moviendo la cámara alrededor de las niñas, envolviéndolas en sus frustraciones y a la vez, hipnotizando al espectador con un drama triste, tan emocional como bello, que te subleva frente a las injusticias de la vida.
Opera prima de Deniz Gamze Ergüven, directora/guionista Turca, afincada en Francia, desde esa libertad de la q carecen sus protagonistas, construye un relato intimista, claustrofóbico, angustioso, duro, alegre, amargo, magnífico, a pesar de la dureza de lo narrado, lo hace de una forma luminosa, gracias a las divertidas situaciones que dibujan una sonrisa en el espectador, usa un pulso narrativo ágil, con un lenguaje juvenil y cotidiano, rodada con gran sensibilidad, donde los silencios están muy bien amenizados con una música dramática, moviendo la cámara alrededor de las niñas, envolviéndolas en sus frustraciones y a la vez, hipnotizando al espectador con un drama triste, tan emocional como bello, que te subleva frente a las injusticias de la vida.
Toca un tema muy de
actualidad, donde la mujer se enfrenta a los
aspectos más represivos de ciertas sociedades, como ya hemos visto en cintas
como “Nahid”, donde una mujer es
oprimida, por sus leyes y tradiciones, impidiéndola
ser feliz, ser mujer y madre a la vez, aunque la película me
recuerda a “las vírgenes suicidas”
(Sofía Coppola, 1999).
Pese a ser un film
debutante, esta punzante radiografía de la
anticuada sociedad turca,
ha recogido
premios por todos los festivales a los que ha ido, Sevilla, Valladolid, Goya, Cannes, Cesar, nominada a los Oscars como mejor película de habla no inglesa…….pues su
rebosante humanidad cautiva al espectador, allá donde va.
“Tengo relaciones y sigo siendo virgen, lo
hacemos por detrás”, confinar
a unas niñas en casa, oprimidas, en una fábrica de esposas, desposeídas de
libertad, me parece un error garrafal, sus familiares no se dan cuenta q lo
prohibido es más atractivo, consiguiendo el efecto contrario a lo deseado, gracias
a dios, ese encarcelamiento, las niñas lo convierten en libertad haciendo volar
su imaginación y es ahí cuando la directora nos regala las mejores escenas "tirando los colchones al suelo y
ayudándose de las sabanas, se imaginan estar buceando en el mar ",
evadiéndose así hacia esa libertad de la que carecen, el segundo momento a destacar,
es el de la despedida, cuya imagen potente da pie al cartel, "todas las hermanas construyen un
círculo perfecto, inquebrantable, símbolo de su unidad y fuerza, cuyo grito es
un canto a la libertad y no a la opresión"
El reparto coral me parece muy acertado, donde cinco, casi
sin experiencia, hacen unas interpretaciones creíbles, naturales, emotivas, llenas
de fuerza , echándose la cinta a sus espaldas, sus nombres, Tugba Sunguroglu (Selma), Doga Zeynep Doguslu (Nur), Elit Iscan (Ece), Llayda Akdogan (Sonay), Günes
Sensoy (Lale), la más pequeña, cuya actuación es la más destacable.
Mustang demuestra que
frente a la oscuridad siempre hay esperanza,
alegría y un halo de luz, donde cada
persona tiene derecho a decidir su vida, su futuro, una pieza delicada,
emocionante, emocional, que no dejará indiferente a nadie, consiguiendo algo
muy difícil, salir del cine con regusto amargo pero consciente de haber
disfrutado de una fantástica película.
El material gráfico de esta película es de sus respectivos propietarios, la distribuidora A Contracorriente Films y la productora CG Cinéma.
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