Truman es emocionante, dura pero sobretodo muy
humana, así definiría a la nueva película de Cesc Gay gracias a un guion
exquisito, nos adentra en un drama intercalado sabiamente con toques de humor
que endulzan una trama pensada para emocionar al espectador cosa que consigue.
Película: Truman. Dirección: Cesc Gay. País: España
/ Argentina. Año: 2015. Género: TragiComedia. Reparto: Ricardo
Darín (Julián), Javier Cámara (Tomás), Dolores Fonzi (Paula), Troilo (Truman). Producción: Imposible
Films/ TrumanFilms AIE. Música: Nico Cota/ Toti Soler. Fotografía: Andreu
Rebés AEC. Montaje: Pablo Barbieri SAE. Distribuidora: Filmax. Estreno
en España: 30 Octubre 2015.
Julián
recibe la visita inesperada de su amigo Tomás que vive en Canadá. Los dos
amigos junto a Truman, su perro fiel, compartirán a lo largo de cuatro intensos
días momentos emotivos y sorprendentes, provocados por la difícil situación que
está atravesando Julián.
Las
productoras, sabedoras que los films sobre enfermedades terminales, la muerte y
el drama, no venden, sacan muy pocas obras de estas características, pero
Filmax, no es una empresa cualquiera y asumió el reto presentado por el
director catalán, Cesc Gay, presentándonos TRUMAN como un drama muy humano, que
cala hondo en el espectador aportando emoción y ternura.
La
trama nos traslada a Madrid, donde Julián (Ricardo
Darín), recibe la inesperada visita de su gran amigo, Tomás (Javier Cámara), recién llegado de
Canadá, con el deseo de compartir sus últimos cuatro días juntos, pues Julián,
posee un cáncer incurable y desea poner punto final a su tratamiento, solo desea pasar lo que le quede de vida alejado
del hospital, junto a sus seres queridos, ambos junto a la excelsa colaboración de Dolores Fonzi, construyen una bonita historia de amistad.
Truman es original desde
el título, nombre adquirido del mejor amigo de Julián, su perro, o como él bien
dice “yo tengo dos hijos y Truman es
uno de ellos”, es original porque no la convierte en un dramón
lacrimógeno, donde ves el declive de un personaje enfermo, original desde el
concepto, contándonos un drama, sí, pero desde un nuevo punto de vista, ese
duro momento que es la despedida.
Cesc Gay, es un director experto en mostrar los sentimientos de
sus personajes, un gran observador del ser humano, siendo capaz de dibujar a la perfección las
relaciones tanto de amistad como de amor, entre adultos con dificultades para
expresar sus sentimientos y compromisos, aunque seguramente ésta sea su
película más emocional.
Truman es cruel, tierna, intensa, trágica,
divertida e irónica, tratada con optimismo, con aire instructivo,
haciendo uso de un contenido y pudoroso sentido del humor aplicado con grandes
dosis de inteligencia, sin buscar la risa fácil, “eres una especie en extinción, lo sabes, ¿no?”.
Toca
temas de suma importancia como la amistad, la despedida, la enfermedad, el
amor, la familia, nos enseña el poder curativo de la amistad verdadera y
sincera, “la sorpresa te sentará bien”,
y a afrontar la muerte de la misma forma que afrontamos la vida con valentía y
buen humor, cosa fácil de decir pero muy difícil de conseguir.
La
cinta comprende al ser humano y sus circunstancias, mostrándonos como la
enfermedad, afecta tanto al paciente, como a sus familiares más cercanos y nos
enseña a estar preparados para lo peor, “eres
valiente siempre te has atrevido con todo”.
Desde
un guion redondo, muy bien escrito,
unos grandes actores nos
proporcionan unas radiantes interpretaciones realmente conmovedoras, gracias a
su gran química, la historia toca la fibra sensible del espectador.
De
sobras conocido por todos por sus grandes interpretaciones, el argentino Ricardo Darín, despliega todas sus
armas para dibujarnos un personaje complejo, repleto de matices, ante su grave
enfermedad se muestra fuerte, entero, seguro de sí mismo, lo único que desea es
dejar este mundo con dignidad, sin sufrir ni hacer sufrir a su familia, vive
sumido en la soledad, con la sola compañía de su fiel amigo Truman, un perro
fiel, al que nunca le muestra su debilidad, su gran preocupación es con quién
dejar al perro para que éste no sufra su declive.
Por
otro lado tenemos a Javier Cámara,
un actor por el que solo puedo deshacerme en elogios, nos ofrece un recital de
réplicas, su papel no me parece secundario, sino tan principal como el de
Darín, siendo su gran apoyo moral, su gran confidente, a pesar de no compartir
su decisión acaba comprendiéndola y aceptándola, una interpretación llena de sensibilidad
y carácter, absolutamente memorable.
Drama
humano, fino y elegante, una historia personal que trasciende y cala muy hondo
en el espectador, una oda a la amistad, emotiva hasta el final.
Truman
es para ser degustada como el café, sorbo a sorbo, fotograma a fotograma,
aunque bien endulzada con inteligentes toques de humor, nos deja un sabor
amargo, con gusto a buen cine.
¡La película me ha encantado!. Una historia tan natural y real como la vida misma y donde la muerte es planteada de una forma un tanto diferente a lo que vemos habitualmente en las películas. Ricardo Darín, mi actor favorito, es tan auténtico que logró transmitirme cada uno de sus sentimientos.
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