Esta película es, ante todo y sobre todo, una
gran historia de amor, una de las tragedias más
bellas del imaginario
español, donde el
paisaje hipnótico envuelve a unos personajes fascinantes, equiparables al
Romeo y Julieta de la cultura
anglosajona, dentro del universo mediterráneo.
Película: La novia. Dirección: Paula Ortiz. País: España. Año: 2015. Género: Drama Romance. Interpretación: Inma Cuesta (la novia), Álex García (Leonardo), Asier Etxeandía (el novio), Leticia Dolera, Manuela Vellés. Guion: Paula Ortiz y Javier García; basada libremente en la obra “Bodas de sangre”, de Federico García Lorca. Producción: Alex Lafuente. Distribuidora: Betta Pictures. Estreno en España: Noviembre 2015.
Dos hombres,
una mujer, un
amor, un deseo
más fuerte que
la ley y
que la naturaleza salvaje del
mundo que les rodea. Leonardo, El Novio y La Novia son un triángulo inseparable
desde niños, pero Leonardo y La Novia tienen un hilo invisible, feroz,
imposible de romper…
Pasan los años
y ella, angustiada
e infeliz, se prepara para su boda con el Novio en medio del desierto
blanco, de tierras salinas y
yermas, donde vive
con su padre.
El día anterior
a la ceremonia, a su puerta llama una Mendiga anciana que le
ofrece un regalo y un consejo: “No
te cases si
no le amas”,
mientras le da
dos puñales de cristal.
Un escalofrío recorre el alma y el cuerpo de la Novia.
El día
11 de Diciembre llega a nuestras salas, LA NOVIA, adaptación de una de las
obras más clásicas de la literatura universal contemporánea “Bodas de Sangre” de Federico García Lorca,
a cargo de la directora Paula Ortiz,
sin duda el Romeo y Julieta de nuestra literatura.
Pocos
se han atrevido, con el difícil reto de escenificar a Lorca, mientras Carlos Saura le puso todo el duende a
sus “Bodas de sangre” y Mario
Camus dotó de gran realismo a “la casa de Bernarda Alba”, Paula Ortiz proporciona a la obra de
Lorca una belleza sinigual.
Narra
la historia de una mujer a caballo entre
dos amores el racional y el pasional, nunca ví a una novia con una mirada
tan triste, con un nudo en la garganta
en medio del desierto, la víspera de su boda, ella desea casarse con su novio
aunque no le ama, pues su corazón y alma están unidos a Leonardo, el drama y la
tragedia están servidos, “yo me casé,
tú te has casado, ya está todo hecho”.
Aplaudo la valentía de la
joven directora Paula Ortiz, demuestra
el amor y la pasión, por el relato de Lorca, de una forma tan personal como
deslumbrante, creando una oda a los
sentidos, un film de una belleza estética fuera de lo común, cuyas imágenes
acercan al espectador al universo personal del autor, con una ambientación puramente mediterránea,
todo un relato de amor, muerte, pasión, ríos, tierra y astros.
Esta tragedia, va acompañada por la aridez
de la tierra, el magnetismo de la luna, la pureza de la sangre roja y el dolor
que sale de las entrañas de unos protagonistas,
que parecen haber nacido para
interpretar esta obra, desde la impecable
Inma Cuesta, capaz de dejar su zona de confort, la comedia romántica, para
cambiar de tercio y brillar en una tragedia amarga, donde a parte de su
belleza, aporta su mirada magnética, su fuerza y carisma, mostrando una novia ,
dubitativa, con miedos, desata la tragedia por seguir a su instinto y corazón,
hasta el dúo masculino, tenemos al novio
ideal, interpretado por Asier
Etxeandía, vive feliz el día de su boda, ajeno a las dudas de la novia,
hasta que la humillación y traición se hacen patentes, para finalizar el trío
protagonista tenemos a Leonardo, el
objeto del deseo, maravillosamente
interpretado por Alex García, deseo destacar también el magnífico trabajo
de Luisa Gavasa, la madre, pues
brilla tanto como la luna de Lorca.
En La
Novia, la composición de cada
fotograma, ha sido perfectamente
estudiada, como si de un cuadro se tratase, cuya belleza en gran medida, se
debe a unas localizaciones hermosas, los paisajes
escogidas fueron los Monegros y la Capadocia.
La fotografía es cálida,
predominan los colores tierra, aunque a
medida que avanza la trama, llega la noche y con ella la amargura, entonces la
fotografía se vuelve fría y grisácea como la historia.
La música es fundamental y ahí
entra Shigeru Umebayashi, uno de los
compositores de bandas sonoras, más importante del mundo, su música posee
fuerza y delicadeza, además está muy bien combinado con grandes canciones
populares como “la tarara”, “Nona del cabello grande” o “Pequeño Vals Vienés”.
“La culpa es de la tierra”, nunca
un drama fue tan bello y el amor tan amargo como muestra la valiente directora
Paula Ortiz en su adaptación de LA NOVIA, cuya prosa embelesa tanto como su
estética, poesía en movimiento, a ritmo de vals y navajas, Lorca estaría
orgulloso.
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