EL CLUB

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Película: El Club. Título internacional: The Club. Dirección: Pablo Larraín.  Países: Chile.  Año: 2015 .Duración: 98 min. Género: Drama / Religión / Abusos Sexuales.  Interpretación: Roberto Farias (Sandokan)Antonia Zegers (Madre Mónica)Alfredo Castro (Padre Vidal)Alejandro Goic (Padre Ortega)Alejandro Sieveking (Padre Ramírez)Jaime Vadell (Padre Silva)Marcelo Alonso (Padre García)Guion: Guillermo Calderón, Daniel Villalobos, Pablo Larraín Distribución: Caramel.  Fotografía: Sergio Armstrong Música: Carlos Cabezas. Productora: Fábula. Estreno en España: 09 Octubre 2015.


Cuatro hombres conviven en una retirada casa de un pueblo costero, bajo la mirada de una cuidadora. Los cuatro hombres son curas y están ahí para purgar sus pecados. La rutina y tranquilidad del lugar se rompe cuando llega un atormentado quinto sacerdote y los huéspedes reviven el pasado que creían haber dejado atrás.


"Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios, la luz de las tinieblas” (Génesis 1:4) frase que encabeza y define a la perfección, la nueva película del director chileno, Pablo Larraín “el club”, demostrando una gran valentía, introduciendo el dedo en la llaga, sobre un tema tan sucio, como la propia película, el abuso sexual a niños por parte de los curas.

Quinto film del director Pablo Larraín, más acostumbrado a denunciar temas locales, como su trilogía sobre la dictadura de Pinochet, nos deleita ahora, con un tema de carácter más universal, con claro tono reivindicativo, es una excelente aproximación a las sombras de la Iglesia Católica moderna, cuya única acción es apartar las sombras de la luz, la oveja negra del rebaño, lo malo de lo bueno.


El club, nos traslada a una casa, a las afueras de un pueblo playero, que sirve de centro de oración, penitencia y arrepentimiento, para los curas con mala reputación, donde llevan una vida pacífica, apostando a las carreras de galgo, bajo unas estrictas normas disciplinarias, supervisadas por una monja que también posee un pasado turbulento “…..rezamos el rosario a las ocho, a las ocho y media cenamos, no puedes tener dinero, ni teléfonos móviles, están prohibidas la autoflagelación o el placer…”.

Todo va bien, hasta la llegada de un nuevo miembro, a esta oscura congregación, el padre curita Lazcano, pederasta al que una de sus víctimas, un charlatán personaje llamado Sandokan, le canta sus pecados, en la misma puerta de la casa, con la incomodidad que eso conlleva y que siente hasta el espectador.


El club es una película angustiosa, cruel, desagradable, subversiva, sarcástica, claustrofóbica, lúgubre, perturbadora, hostil, dura, tan brillante como reflexiva, te envuelve en una oscura atmósfera, gracias al tema tratado, y a una fotografía brumosa, vaporosa, gris y triste como la vida y pecados de unos curas que tiene más sombras que luces en su vida, “….aquí no está Dios, aquí solo hay delincuentes de mierda….”.

Con esta película, te das cuenta de dos cosas, la primera, la Iglesia Católica, no cree que sus miembros, deban ser juzgados por los tribunales civiles, pues solo serán juzgados a los ojos de Dios, la segunda el gran pánico, que esta le tiene, a los medios de comunicación, prensa, redes sociales,...., con temas que ocultar tan escabrosos como estos no es de extrañar.


La película da voz a unos reclusos, que saben mostrar el tormento y angustia de unos personajes, que narran su escabroso pasado, su dolor, su confusión, su angustia, a un cura externo que viene a valorar si vale la pena mantener abierta la casa.

A parte de la historia y la atmósfera, antes mencionadas, su poder inquietante tiene mucho que ver con el gran trabajo interpretativo de un excelente elenco de actores, la mayoría habituales en el cine de Larraín, destacando la imponente presencia del cura visitador, el encargado de sacar la tensión y los miedos de los personajes, cuyo deber es que sus escabrosas historias, nunca salgan a la luz pública y como no la actuación de Roberto Farías que da vida a Sandokan.



Por todo ello, no es de extrañar que se alzara con el Gran Premio del Jurado de la última Berlinale y que haya sido seleccionada parepresentar a Chile en los Oscars.

El club es toda una crítica a la Iglesia Católica, cine con mayúsculas, tocando un tema que nadie desea tratar, además haciéndolo con valentía, dejando un poso en el espectador, el drama te envuelve, te retuerce las entrañas y es difícil de olvidar, sencillamente brillante, yo no pienso redimirles de sus pecados  ¿tú piensas hacerlo?.




   

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