Tengo el honor de entrevistar a tres actorazos, tres caras nuevas en el universo cinematográfico de Pedro Almodóvar, cuyos papeles secundarios en la nueva película del cineasta, "Julieta" les han marcado tanto como actores como a nivel personal, siendo una experiencia increíble.
¿Cuándo os llamó Pedro cuál fue vuestra primera reacción?
Daniel Grao: Siempre he dicho que a mí me llama Pedro Almodóvar para hacer de lámpara y
le digo que sí.
Michelle Jenner: o
de farola
Daniel: Aunque sólo sea para compartir una jornadas con un genio del cine ya merece
la pena. Pero además luego es mucho más. Me llamaron las chicas de casting, me
contaron la historia, el personaje, me hicieron una prueba, le gustó a Pedro y
me citó en la oficina. Pedro en las pruebas te hace sentir que ya estás
ensayando y así fue con la que hicimos con Adriana Ugarte. Me hizo sentir muy
cómodo. Faltaba la segunda llamada y cuando ocurrió, pegué un grito en medio de
otro rodaje.
Inma Cuesta: Por casting también llegué al proyecto, en un proceso largo y complejo.
Una de las pruebas ya es con Pedro y es cierto que parece un ensayo. Muy
emocionante, me costó un poco de trabajo estar de manera natural, que suelo
estarlo siempre: no me creía estar en el despacho de Almodóvar. He disfrutado
muchísimo la experiencia y cuando me llamaron fue una alegría inmensa.
Michelle: El primer casting lo hice
sin saber para qué película ni qué director era, todo muy secreto. Para la
segunda prueba me enviaron unas separatas y justo antes de hacerla me enteré
que era para Almodóvar. Cuando me confirmaron el sí no me lo creía y sigo sin
creérmelo del todo.
Pedro Almodóvar cuida el más mínimo detalle en todas sus películas
(decorados, vestuario, planos...) ¿Cuida tan bien a sus actores?
Daniel: Por supuesto. No sólo Pedro, sino que rodar con El Deseo es maravilloso, te cuidan mucho.
Inma: Sí, Esther
García es fantástica.
Daniel: Pedro tiene la suerte de poder permitirse rodar todo el tiempo que
necesite. Esto a los actores nos da mucha seguridad, tienes que estar al pie
del cañón, pero se puede repetir las veces que haga falta para que Pedro
encuentre lo que desea. Él revisa el material prácticamente a diario. A nivel
personal también, varios me preguntan flojo "¿Qué tal rodar con
Pedro?"; exige mucha exigencia a los actores, pero la tiene consigo mismo
primero.
Inma:
Precisamente, la exigencia no es algo negativo: te pone alerta, te pone límites
de tus posibilidades, te hace crear. En el rodaje me lo pasé en grande. Pedro
tiene mucho sentido del humor. Ha sido un proceso creativo maravilloso, en
ningún momento me sentí mal. Me he sentido con mucha libertad y confianza.
Michelle: También, ya lo han dicho
todo, jajaja, Pedro es perfeccionista en el buen sentido. Él lo calcula todo y las
decisiones tienen un porqué, el color de una pared, un libro encima de una
mesa, el cuadro de la pared... Parecen cosas al azar, pero en su cabeza no lo
son; esto me parece de genio.
Michelle, tu papel es muy breve, pero parece estar muy enfocado en rendir
homenaje a las mujeres de los melodramas de los años 50. ¿Tiene tu rol mucho
más trabajo del que se nota en pantalla?
Michelle: Todos los personajes de
todas sus películas están minuciosamente trabajados, los principales y
secundarios. Es un personaje, a priori pequeño, pero es el desencadenante de
todo lo que ocurre en Julieta.
El guion es fantástico de lo mejor de Almodóvar. ¿Qué os pareció la primera
vez que lo leísteis?
Daniel: Preciso y precioso. Sólo llegué a leer dos versiones del guion y la
segunda ya incluía la carta final de la hija a la madre. Me parece el cierre el
perfecto que habla de lo transgeneracional, la segunda generación padece otro desastre,
toma consciencia y sana la relación con la primera. Hubiera estado dispuesto a
interpretar a una lámpara, si luego resulta que es para un papel como el de Xoan ya no puede uno dar más gracias al
universo. Estoy muy orgulloso de formar parte de Julieta.
Y has tenido suerte de tener un papel masculino tan trabajado y bondadoso
en su universo femenino...
Daniel: Sí, ha hecho justicia con el hombre, con el arquetipo masculino de su
cine. Xoan tiene cierta torpeza emocional,
pero no es malicioso. Quiere ser honesto, pero no sabe cómo.
Michelle: El guion me encantó. Lo
lees, te parece maravilloso, pero lo mejor es que sabes que cuando Pedro lo
vaya a dibujar en el rodaje y le vaya a dar vida será todavía mejor.
Inma: La genialidad
del guion reside en que no es un melodrama, no busca una lágrima fácil, es un
drama cien por cien. Es mucho más hondo y profundo, se va colando dentro sin
que seas consciente. De repente termina y a uno se le queda un poso amargo.
Pedro insistía en la contención dramática de la expresión. "Silencio", era un título maravilloso para la
película: hay muchos en la película y lo verdaderamente importante no se dice.
Además, cuando termina la película uno se queda en silencio porque no sabes
expresar lo que te ha ocurrido. Los sentimientos no se explican, si es
profundo, no puede explicarse con palabras.
Precisamente, todo esto que no se cuenta (sentimientos, pasado de algunos
personajes...), ¿cómo lo preparasteis para dar entidad a vuestros papeles?
Inma: Cada
personaje y cada película es un mundo y no sigo un patrón concreto. Depende del
director, del proceso, de lo que te llegue la historia. Pedro nos sujetaba para
cortar esa emoción más lacrimosa, porque quería contarlo distinto, desde
dentro.
¿Con qué sensación saldrá el espectador al terminar Julieta?
Inma: Sin palabras.
Michelle: Cuando la vimos por
primera vez, no lloró nadie, nos quedamos con un nudo en la garganta, lloré
después, en la calle.
Inma: La música,
es una herramienta importantísima para narrar una historia, vuelve a ser
excelente por parte de Alberto Iglesias.
Pero el final, con la canción de Chavela
Vargas, uno se deja llevar y lo echa todo.
Cierto lo de la música de Alberto Iglesias. En Julieta parece
hasta un personaje más...
Inma: Quizás en
todas, pero aquí era más complicado para llenar todos los silencios y para ser
un engranaje perfecto entre el guion y las interpretaciones. Hay que medirlo
muy bien. Con la canción de Chavela
te ayuda a terminar el viaje.
La película habla de la culpa, de dolor... ¿de qué más habla?
Inma: Habla del
destino, del sentimiento de culpa, es como una tragedia griega.
Daniel: La dificultad de ser claro con las emociones con la gente que más quieres
y compartes la vida. Sin embargo es, en estos casos, cuando es más difícil
comunicar esa emoción, a veces, sólo el drama emerge el secreto y sana las
heridas.
Inma: El misterio
también: no hay nada más doloroso que alguien desaparezca de tu vida sin ningún
tipo de explicación. Es dolorosísimo.
Daniel: También me parece muy interesante la cercanía entre la muerte y el sexo.
Imagino que siendo actrices españolas es un sueño trabajar con Almodóvar.
Para ti, Daniel, un lujo tener el personaje de Xoan. ¿Soñabais con que llegara
la posibilidad algún día?
Inma: No era un
objetivo de vida profesional. Pero si admiras el trabajo de alguien, te
encantaría hacer una película con él. No lo he perseguido, si persigues las
cosas, no vienen a ti. Uno tiene que vivir con la intuición y la generosidad.
Estoy encantada con lo ocurrido.
Daniel: Cuando estudiaba en la escuela de cine en Barcelona, Pedro rodaba "Todo sobre mi madre". Me
acuerdo de la expectativa del rodaje y como espectador me volví loco. Un
compañero de clase me miró y me dijo: "tú podrías ser chico
Almodóvar". Y pensé "me
encantaría". Finalmente, aquí estoy, como espectador pensé: "ser un actor está de puta madre,
pero ser una actriz y trabajar en un drama así debe ser la ostia".
Almodóvar lleva a la mujer a
universos emocionales increíbles donde realmente al hombre no.
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