Película: Villa Touma. Dirección/guion/Producción: Suha
Arraf. País: Sin
nacionalidad. Año: 2014. Duración: 85 min. Género: Drama. Reparto: Nirseen Faour (Juliette
Touma), Ula Tabari (Violette Touma), Cherien Dabis (Antoinette Touma), Maria
Zreik (Badia Touma), Khaled (Nicholas Jacob). Música: Boad
Schary. Fotografía: Yaran Scharf. . Distribuidora: Pirámide Films. Estreno en España: 02 Noviembre
2015.
Película presentada en el festival de Venecia, precedida por la polémica,
por cuestiones ajenas al cine, pues su directora inscribió la cinta con
nacionalidad Palestina, aunque estaba subvencionada en su mayor parte por el
estado de Israel, molesta con esta circunstancia, la ministra de cultura
israelí, pidió la devolución del dinero financiado, mientras la directora
argumentaba, que como contribuyente residente en Israel, tenía derecho a
solicitar esa ayuda, denunciando la aparición de su nombre en una lista negra
Israelí, por eso la cinta es conocida como el film sin nacionalidad.
Villa Touma es una historia intimista y pausada, una pieza de cámara, de
tono dramático, sobre 4 mujeres que viven en la ciudad de Ramallah, Palestina,
sin apenas contacto con el mundo exterior, viviendo en
una decadente casa aristocrática, añorando los recuerdos de sus días de gloria,
saboreando un pasado que ya nunca volverá.
Juliette, Violette y Antoinette, son las habitantes de una rica propiedad, venida a menos,
tras la guerra de los 6 días, llamada VILLA TOUMA, atrapadas por unas
tradiciones, donde lo más importante son las apariencias .
La vida de las tres hermanas,
pertenecientes a la minoría cristiana Palestina, dará un gran cambio, con la
llegada de Badia, su joven sobrina huérfana,
pero solo Antoinette, la más joven se muestra cariñosa y amable con ella, las
dos hermanas, aún no perdonan que Badia sea hija de una musulmana, hecho que
propició la expulsión de la familia de su hermano, el padre de Badia, voy a
permitirme el lujo de hacer una reflexión, espero de que pensar, “me parece increíble, que los mismos seres,
que sufren en sus carnes, tanto el rechazo como el aislamiento social, tengan
tan poca tolerancia con aquellas personas poseedoras de una mentalidad
diferente a la suya”.
Villa Touma, es una película de la que esperaba poco pero que me ha sorprendido mucho, narrada de manera delicada e inteligente, nos cuenta la dramática vida de unas mujeres, confinadas en un entorno claustrofóbico, aunque lo más asfixiante no son los muros en los que se confinan, sino el sometimiento a unas costumbres ya caducas, que marcan en gran medida la vida de nuestras protagonistas.
Directora de laureados documentales, Suha
Arraf, es conocida, por haber sido la guionista de dos títulos de gran
reconocimiento internacional, “La novia
Siria” (2004) y “Los limoneros” (2008) ambas dirigidas por el Israelí Eran Riklis, donde ya daba muestras de
su pericia para mostrarnos el conflicto Palestino-Israelí.
Estamos por tanto, ante su opera prima, un debut soñado el que nos trae a
la pantalla, esta cineasta, gracias a una historia sorprendente, conmovedora, inquietante,
sutil, dura, claustrofóbica y entretenida, acerca del amor, la perdida, el
arrepentimiento, la compasión y el perdón, aunque éste raras veces se da, enfocándose
en el lado humano de unos personajes mostrándonos tanto sus puntos fuertes como
los débiles, “Quedarse en la casa es una protección, una
manera de escapar hacia dentro y negar el mundo exterior, la ocupación de Israel. No pueden soportar el
hecho de cambiar de estatus. La negación es una forma de supervivencia,” explica la realizadora.
La película me trae a la memoria, la disciplina dictatorial de “La casa de Bernarda Alba” 1987, dirigida
por Mario Camus y escrita por García Lorca, a “Pigmalión” pues instruyen a la recién llegada, enseñándole buenos modales,
música, francés, con la intención de encontrarle un buen marido, a “Cenicienta”
pues las tres tías parecen sacadas de un cuento de hadas con la diferencia que también
realizan las tareas del hogar y aprecian a Badia, por último a “Romeo y Julieta” pues nos muestra el
amor en su forma más trágica.
Las actuaciones en Villa
Touma son naturales, tan brillantes como
convincentes y dan
vida a personajes muy fuertes y
traumatizados por su pasado, cada una con una mochila difícil de sobrellevar,
las 4 mujeres están soberbias en unos papeles perfectamente definidos a los que
otorgan vida con mucha verdad, donde los gestos, las miradas, dicen tanto o más q las palabras.
Se nos muestra la belleza de una ciudad como Ramallah, con sus muros de
piedra, aunque también las miserias que revelan el paso de una guerra.
Los sutiles sonidos del exterior, ambulancias, disparos, bombardeos,
siempre en segundo plano, contrastan con la tranquilidad, paz y sosiego reinante
en el interior de la casa, tan bonita como claustrofóbica.
Los colores escogidos por la directora son principalmente el negro, el
blanco, el rojo y el verde, curiosamente los colores de la bandera palestina.
Villa Touma, posee como
principales atractivos, una realización tan elegante como precisa, un guion sencillo pero de gran
complejidad, una crítica en toda regla a la situación de sometimiento de la
mujer, con precisos toques de humor, una leve pincelada de romanticismo con
tonos dramáticos, que junto a unas brillantes actuaciones, derivan en una brillante
película, ideal para degustar buen cine.
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